Día normal, el clima común. Frío. Fui a la casa de Deborah para que me acompañe a comprarle un regalo a mi mamá, por el día de la Madre, aunque este ya había pasado. Tome un taxi. Llegué a su casa y salimos. A las dos cuadras me llama Zorka. – Aló Andrea, escúchame cuando puedas hablar me avisas que quiero hablar contigo.- su tono fue muy relajado, pero mi preocupación fue muy grande. Solo atiné a decirle “Esta bien, yo te llamo”. Trataba de imaginar que podría querer decirme ella, algo rara esa llamada, porque Zorka y yo nunca tenemos problemas ni nada por el estilo. Seguí caminando con Deborah y tratábamos de imaginar que podría haber pasado, creaba mil historias diferentes, muchas suposiciones.
No pude mas con la curiosidad, que en realidad era una preocupación tremenda y un sentimiento muy extraño. ¿Qué demonios ha pasado? Era lo unico que rotaba en mi mente. La llamé una vez más – Aló Zorka estoy yendo a tu casa ahorita.- Tomamos un taxi.
Llegué, toqué el timbre. La angustia era muy fuerte. Zorka abre, - Pasen.- Entramos a su cuarto y nos sentamos. Zorka: Escúchame te voy a decir algo pero quiero que lo tomes con calma. Mi mente gritaba “¡¿¡¿qué ha pasado?!?!?!”.
Continuará..
sábado, 16 de mayo de 2009
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